Índice de contenidos:

  1. Qué tienes que saber antes de ir…
  2. Qué ver y hacer en la Ciudad Vieja de Jerusalén y sus alrededores
    1. Mahane Yehuda Market
    2. La Ciudad Vieja
    3. Torre de David
    4. Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo
    5. Muro de las Lamentaciones
    6. Tumba del rey David y Cenáculo
    7. Santo Sepulcro
    8. Vía Dolorosa
    9. Monte de los Olivos
  3. Cómo llegar
  4. Dónde comer
  5. Dónde dormir

Qué tienes que saber antes de ir…

Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo, cuyos primeros asentamientos datan del V milenio a. C., y es considerada ciudad sagrada por las tres grandes religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam.

Para el judaísmo, es allí donde el rey David estableció la capital del Reino de Israel y donde su hijo Salomón, construyó el Templo hacia donde deben dirigirse las plegarias; para el cristianismo, es allí donde Jesús predicó, fue crucificado y resucitó; finalmente, para el islam, es el lugar donde el profeta Mahoma subió al cielo y donde los primeros musulmanes miraban al rezar, antes de pasar a hacerlo de cara a La Meca, en Arabia Saudita.

Para entender la larga historia que esconde esta ciudad, fundada en el año 1004 a.C. por el rey David, hay que recorrer su Ciudad Vieja. Se trata de una área amurallada de aproximadamente 0,9 km², situada dentro de Jerusalén Este, que hasta la década de 1860 constituía todo el entramado urbano. Tradicionalmente, la Ciudad Vieja ha estado dividida en cuatro barrios: el Barrio Musulmán, el Barrio Judío, el Barrio Cristiano y el Barrio Armenio.

La Ciudad Vieja de Jerusalén, fue incluida dentro del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1981.

Mapa de la Ciudad Vieja de Jerusalén - Barrios y principales atracciones turísticas
Mapa de la Ciudad Vieja de Jerusalén

Qué ver y hacer en la Ciudad Vieja de Jerusalén y sus alrededores

El autobús que cogimos después de pasar la frontera de Allenby Bridge en Cisjordania, nos dejó justo al lado de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Si nos habían parecido exagerados los controles de la compañía aérea israelí en el vuelo de ida y desmesurado el armamento que llevaban los soldados que vigilaban el acceso a la estación de autobuses de Tel Aviv a nuestra llegada al país, nada comparado con el nivel de seguridad de Jerusalén. Especialmente, alrededor de la Ciudad Vieja. Allí, entre militares, fusiles y turistas, los devotos de las tres principales religiones monoteístas recorren su camino en búsqueda de su lugar más sagrado. Es fácil de contar, pero difícil de asimilar un contexto así, cuando lo vives y ves con tus propios ojos.

Mahane Yehuda Market

Cogimos el tranvía en la Ciudad Vieja y llegamos a nuestro apartamento. Ya era la tarde y, después de instalarnos, salimos a tomar algo y pasear por el Mahane Yehuda Market. Este mercado es, en sí mismo, un pequeño reflejo o una pequeña representación del carácter general del país. De día, el mercado está repleto de tiendas de comida, especies, dulces y un largo etcétera. Muchos judíos, especialmente los ultra-ortodoxos, recorren las estrechas callejuelas del mercado en familia para hacer sus compras. De noche, mientras las familias van abandonando el mercado cargadas de bolsas, las pequeñas tiendas cierran dando paso a un nuevo espacio totalmente distinto. Entonces, pequeños pubs y cervecerías abren sus puestos a turistas y jóvenes israelíes seculares, entre animadas conversaciones y música a alto volumen.

Puesto de especias en el mercado Mahane Yehuda - Jerusalén
Puesto de especias en el mercado Mahane Yehuda
Pasillo del mercado Mahane Yehuda con gente paseando y charlando en las mesas de los bares- Jerusalén
Mercado Mahane Yehuda

Así es el Mahane Yehuda Market y así es Israel, dos realidades en un mismo sitio. Es por eso que, si visitas Jerusalén, te aconsejo que no olvides pasarte por este mercado. Toda una experiencia.

La Ciudad Vieja

La mañana siguiente nuestro plan era visitar la Ciudad Vieja de Jerusalén, así que salimos temprano del apartamento, cogimos el tranvía y nos plantamos delante de la Puerta de Jaffa, una de las siete puertas que da acceso al interior de la muralla.

Vista de la Puerta de Jaffa en la muralla de la Ciudad Vieja de Jerusalén
Puerta de Jaffa – Ciudad Vieja de Jerusalén

Los atractivos de la Ciudad Vieja son tantos que querer verlos todos sería abrumador. Así pues, mi sugerencia es que dediques un día entero a explorar la zona, paseando tranquilamente por las estrechas callejuelas de sus cuatro barrios, repletas de pequeños negocios de las más diversas índoles, empapándote de sus olores y sabores, observando las diferentes costumbres y formas de vivir de sus antagónicos habitantes, y descubriendo sus edificios y lugares más misteriosos y emblemáticos.

Zoco en el Barrio Musulmán de la Ciudad Vieja de Jerusalén
Barrio Musulmán – Ciudad Vieja de Jerusalén
Calles del Barrio Judío de la Ciudad Vieja de Jerusalén
Barrio Judío – Ciudad Vieja de Jerusalén
Calles del Barrio Cristiano de la Ciudad Vieja de Jerusalén
Barrio Cristiano – Ciudad Vieja de Jerusalén

Torre de David

Nada más atravesar la Puerta de Jaffa, vigilada militarmente, te plantas en una gran plaza que refleja el día a día de la Ciudad Vieja: comerciantes musulmanes trajinando productos entre cajas y carros, numerosas familias judío-ortodoxas dándose prisa para ir a visitar el muro sagrado y algunos armenios saliendo o regresando a sus casas lidiando con su día a día.

El paso del tiempo no ha alterado el carácter ni los escenarios del lugar. Callejuelas estrechas y laberínticas con pequeñas construcciones de piedra blanca, se divisan por los alrededores de la ciudadela que contiene la Torre de David. A su alrededor, jóvenes soldados israelíes cargados de armamento y turistas intentando dejar atrás sus prejuicios para tratar de comprender la compleja estampa que están contemplando.

Ciudadela de la Torre de David en la Ciudad Vieja de Jerusalén
Ciudadela de la Torre de David – Ciudad Vieja de Jerusalén

Situada en medio de la ciudadela, la Torre de David, que antaño tuvo una función puramente defensiva, se utiliza ahora como museo, sala de exposiciones y otros eventos sociales. En su recinto se pueden encontrar importantes restos arqueológicos de más de 2.000 años de antigüedad.

Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo

Dejamos atrás la Torre de David en dirección a la Explanada de las Mezquitas, ya que su horario de visita está limitado para los turistas. Si no eres musulmán, solo podrás visitar el área de domingo a jueves entre 7:30h-10:30h o entre 12:30h-13:30h.

A pesar de sus 15 hectáreas, solo hay un acceso habilitado para los turistas, el inicio del cual no es del todo fácil de encontrar. Después de dar unas cuantas vueltas por las callejuelas de alrededor del Muro de las Lamentaciones, finalmente encontramos un pasadizo elevado de madera que te lleva hasta un punto de control de metales y documentación de los soldados israelíes. En nuestro caso, el trámite no nos tomó demasiado tiempo.

Pasadizo elevado de acceso a la Explanada de las Mezquitas en la Ciudad Vieja de Jerusalén
Acceso a la Explanada de las Mezquitas – Ciudad Vieja de Jerusalén

Una vez pasado el control, accedes al recinto y lo primero que te encuentras es un pequeño grupo de musulmanes que se supone que controlan que no entres con las piernas al descubierto. Tanto si eres chico como chica. En caso contrario, te van a dejar una falda larga hasta el suelo para que te cubras. Tanto si eres chico como chica. Hasta aquí bien. Pero mi experiencia fue otra. Se ve que mis tejanos largos, de lo más standard, les parecieron un poco ajustados y me hicieron poner, igualmente, la falda por encima. Si a eso le sumas que me tuve que poner un jersey de entretiempo, porque SI ERES CHICA tampoco puedes acceder en manga corta, y una temperatura de más de 30 grados, el resultado es que después de pasear un rato por el recinto, puedes estar cerca del golpe de calor…!

En el área vas a encontrar uno de los lugares más representativos de la ciudad, la Cúpula de la Roca, punto donde los musulmanes creen que Mahoma ascendió al cielo. Recuerda que, como el edificio es utilizado para el culto islámico, tendrás que limitarte a verlo desde fuera.

Cúpula de la Roca en la Ciudad Vieja de Jerusalén
Cúpula de la Roca – Ciudad Vieja de Jerusalén

Tampoco podrás entrar en el segundo monumento más importante de la Explanada, la mezquita de Al-Aqsa.

Muro de las Lamentaciones

Debido a su gran proximidad, seguimos nuestro recorrido en dirección al Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado del judaísmo. Se trata del último muro que queda en pie de lo que antaño fue el recinto del Templo de Jerusalén, el santuario principal del pueblo israelí que contenía en su interior el Arca de la Alianza, el candelabro de los siete brazos y demás utensilios empleados para llevar a cabo el culto hebraico en tiempos de la Edad Antigua.

El también conocido como “Muro Occidental”, se encuentra en una gran plaza del Barrio Judío a la que hace de límite. Para acceder al lugar, también tendrás que pasar por uno de los detectores de metales que los soldados israelíes tienen en los extremos de la plaza. Tampoco aquí tuvimos que hacer mucha cola. Superado el control, bajas a la plaza visualizando el gran muro blanco en el fondo.

Muro de las Lamentaciones en la Ciudad Vieja de Jerusalén
Muro de las Lamentaciones – Ciudad Vieja de Jerusalén

Aún en la distancia, empiezas a ver montones de familias judías, pertenecientes a diferentes ramas, a las que les empieza a cambiar el rostro. Es muy curioso ver como a medida que van llegando a la plaza, una gran dosis de alegría y felicidad les invade, hasta el punto de juntarse entre ellos para cantar y bailar sus canciones tradicionales.

Familia judía danzando cerca del Muro de las Lamentaciones en la Ciudad Vieja de Jerusalén
Familia judía danzando cerca del Muro de las Lamentaciones – Ciudad Vieja de Jerusalén

Un poco más adelante, encontrarás dos zonas de acceso al muro: la de los hombres y la de las mujeres. El lado de los hombres es el más grande y, si eres turista, te van a recomendar que cojas un kipá de papel para acceder. El lado de las mujeres es mucho más pequeño y, a no ser que tu vestimenta llame mucho la atención, no vas a tener ningún tipo de problema para acceder a la zona. Está vez, mis tejanos y mi camiseta manga corta pasaron de lo más desapercibidos.

En este punto es curioso ver como las caras de los que antes estaban cantando y bailando en la plaza, vuelven a cambiar de nuevo. La verdad es que me impactó mucho ver las caras de las mujeres judías de mi alrededor: algunas tratando de contener las lágrimas, concentrando toda la tensión en sus temblorosos labios, algunas llorando sin esconderse, pañuelo en mano, y otras rezando abstraídas con la mano en el muro. Nunca había contemplado tal sentimiento de devoción.

Mujeres judías rezando en el Muro de las Lamentaciones - Ciudad Vieja de Jerusalén
Mujeres judías rezando en el Muro de las Lamentaciones – Ciudad Vieja de Jerusalén

Tumba del rey David y Cenáculo

Aunque se ubica fuera de las murallas de la Ciudad Vieja, en el Monte Sion, te recomiendo que visites este lugar. El edificio contiene la Tumba de David en la planta baja y la sala del Cenáculo en la planta superior. Atravesando el pequeño Barrio Armenio, no te va a tomar mucho tiempo llegar hasta allí.

El Cenáculo fue el lugar donde se supone que Jesús celebró la última cena con sus apóstoles, pero más allá del su significado religioso, no esperes mucho más de esa sala. La planta baja, en cambio, no te va a dejar indiferente.

El espacio que contiene la Tumba de David, se divide en dos salas mediante un biombo. El espacio de menor tamaño es para las mujeres y el mayor es para los hombres, como de costumbre. En la parte de los hombres, se debe coger un kipá para entrar.

Desde ambos lados de la tumba, hombres y mujeres recitan sus textos sagrados, pero el fervor no es el mismo en los dos lados. Aunque no pude entrar, sí pude oír a muchos hombres judíos orar en voz alta de tal forma que parecían estar entrando en trance, mientras otros muchos se dedicaban a soplar con intensidad un instrumento en forma de cuerno, llamado shofar, provocando un sonido primitivo, a la vez que insólito. Solamente por el hecho de poder presenciar y percibir aquel desconcertante ritual, ya valió la pena llegar hasta allí.

Mujeres judías rezando en la tumba del rey David - Ciudad Vieja de Jerusalén
Mujeres judías rezando en la tumba del rey David – Ciudad Vieja de Jerusalén

Santo Sepulcro

Al salir del edificio que contiene la Tumba de David y el Cenáculo, volvimos a adentrarnos al recinto amurallado en dirección al Barrio Cristiano para visitar la basílica del Santo Sepulcro.

Esta basílica es uno de los lugares más sagrados del cristianismo ya que representa el punto exacto donde, según los Evangelios, se produjo la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo. Como tal, el lugar ha sido un importante centro de peregrinación desde el siglo IV para diversas confesiones cristianas, entre ellas católicos, armenios y ortodoxos.

Al Santo Sepulcro se accede por una pequeña plaza donde no vas a encontrar ningún control militar.

Fachada del Santo Sepulcro - Ciudad Vieja de Jerusalén
Santo Sepulcro – Ciudad Vieja de Jerusalén

En el sombrío interior, una multitud de gente diversa intenta hacerse paso para visitar los puntos más emblemáticos del lugar, entre un fuerte olor de incienso. La primera imagen que te encuentras es la de varios devotos de rodillas venerando y besando la Piedra de la Unción, lugar donde, según la tradición, reposó el cuerpo de Cristo después de la crucifixión.

Cristianos rezando en la Piedra de la Unción del Santo Sepulcro - Ciudad Vieja de Jerusalén
Cristianos rezando en la Piedra de la Unción del Santo Sepulcro – Ciudad Vieja de Jerusalén

Si sigues hacia la parte central de la basílica, te encontrarás con otro de los puntos más significativos del lugar, la Capilla del Sepulcro, donde se cree que descansó el cuerpo de Cristo tras su crucifixión. Debido al minúsculo tamaño del lugar y a la gran cantidad de turistas y devotos que quieren visitarlo, alrededor de la capilla se forman largas colas que pueden alcanzar horas.

Vía Dolorosa

Al salir del Santo Sepulcro, una de las esquinas de la plaza conecta con el tramo final de la Vía Dolorosa, la cual forma parte del recorrido que siguió Cristo, cargado con la cruz, camino de su crucifixión.

El camino empieza cerca de la Puerta de los Leones y se extiende a lo largo de una serie de callejuelas donde se encuentran marcadas nueve de las quince estaciones del Viacrucis. Las cinco últimas estaciones se encuentran dentro de la basílica del Santo Sepulcro, punto donde finaliza el recorrido. Cada estación, marcada con un panel de hierro, tiene un significado especial en el trayecto que hizo Cristo.

Te recomiendo recorrer, por lo menos, un trozo del camino. Esas calles, sus edificios religiosos y las marcas de sus paredes, te van a llevar miles de años atrás en la historia. La Vía Dolorosa es también un importante foco de peregrinaje, así que paseando por ella podrás percibir las emociones a flor de piel de los devotos que la transitan.

Monte de los Olivos

El Monte de los Olivos también se ubica fuera de las murallas de la Ciudad Vieja, en el valle de Kidrón. Puedes subir hasta allí a pie, lo que te va a tomar unos 20 minutos partiendo de la zona de la Puerta de los Leones, o bien puedes salir del recinto amurallado y coger un bus que te suba hasta el mirador.

Según la Biblia, el Monte de los Olivos era el lugar donde Jesús realizaba sus oraciones, encontrándose allí el día que fue arrestado por los soldados romanos. El monte toma su nombre de los olivos que pueblan sus laderas y alberga en su falda los Jardines de Getsemaní, lugar concreto donde Jesús solía reunirse con sus discípulos para orar.

Además, el monte también contiene un gran cementerio judío con más de 150.000 tumbas que se visualiza al completo desde el mirador, proporcionando unas vistas de lo más impactantes. La razón por la que tantos judíos desean ser enterrados allí es porque creen que este es el lugar en el que Dios empezará a redimir a los muertos en el fin de los tiempos.

Pero más allá de todas las connotaciones religiosas que se le atribuyen al monte, para mí, lo mejor del lugar es la panorámica que ofrece de Jerusalén y su Ciudad Vieja desde el mirador que hay en la cima. Desde este punto, podrás divisar al completo la histórica Ciudad Santa con la característica Cúpula de la Roca sobresaliendo por encima de todo.

Panorámica de la ciudad de Jerusalén desde el mirador del Monte de los Olivos
Panorámica de Jerusalén desde el Monte de los Olivos

Visto todo esto, dimos por finalizado nuestro recorrido por la Ciudad Vieja de Jerusalén y nos volvimos al apartamento a descansar.

Cómo llegar

Llegar a Jerusalén en transporte público no es nada complicado. La ciudad está conectada con la mayoría de los puntos de interés del país por medio de autobús y tren. Así que, si ya estás en Israel, llegar a Jerusalén es fácil y económico (excepto durante el Shabat, cuando el transporte público no opera).

👉 A pesar de esto, existe una muy buena opción para llegar a Jerusalén durante el Shabat, el bus lanzadera de Abraham Hostel. 

El Abraham Hostel ofrece un servicio de transporte que conecta sus tres hostels situados en Tel Aviv, Jerusalén y Nazaret. El servicio opera incluso durante el Shabat y no hace falta que te hospedes en uno de sus hostels para poder beneficiarte de él. Puedes reservar tu trayecto con antelación desde su web, es fácil, cómodo y económico.  

En cambio, si Jerusalén es el primer destino de tu viaje por Israel y tu punto de procedencia es Jordania, como fue nuestro caso, la cosa se complica un poco más.

👉 Aquí puedes leer nuestra experiencia partiendo de la zona del monte Nebo (cerca de Madaba y Ammán, Jordania) con destino Jerusalén, cruzando la frontera por Cisjordania.

Dónde comer

Dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén, encontrarás múltiples y variados sitios donde comer. Alrededor de sus cuatro barrios, podrás degustar distintas cocinas y especialidades en pequeños y acogedores restaurantes. También encontrarás pequeños puestos de comida y dulces para llevar mientras paseas, especialmente en el Barrio Musulmán. En concreto tengo muy buen recuerdo de un pequeño puesto que había en este barrio, donde solo hacían falafel para llevar y te lo ponían en un cucurucho de papel para poder comértelo durante tu recorrido. El mejor falafel que he probado hasta el momento.

Donde dormir

En esta ocasión, alquilamos un apartamento con Airbnb. En mi opinión, en ciudades como Jerusalén o Tel Aviv, ningún otro tipo de alojamiento te puede ofrecer una relación calidad-precio similar. El pequeño estudio se encontraba muy cerca del Mahane Yehuda Market, justo al lado de la parada del tranvía que lleva el mismo nombre, lo que significa que estaba ubicado en un punto céntrico y estratégico de la ciudad. Era moderno, limpio y estaba equipado con todo lo necesario para una estancia corta. Lo mejor, sin duda, su perfecta ubicación.

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